Fernández: "El macrismo tuvo paralizadas las obras de 11.000 viviendas durante cuatro años"

El Presidente dijo que no quiere generar grietas, pero criticó con dureza la gestión del gobierno que lo precedió. Afirmó también que Argentina atraviesa "el peor momento" de la pandemia.

Alberto Fernández en Cañuelas (Foto: Presidencia)
Alberto Fernández en Cañuelas (Foto: Presidencia)

El presidente Alberto Fernández se quejó de que el gobierno de su antecesor, Mauricio Macri, tuvo paralizadas entre 2015 y 2019 las obras de construcción de unas 11.000 viviendas que estaban en etapa de ejecución desde cuando gobernaba Cristina Fernández de Kirchner.

“Cuando llegamos al gobierno nos encontramos con 11.000 viviendas de este tipo, virtualmente a punto de ser terminadas. Inexplicablemente, no concluidas nunca. Dejaron de construirlas en 2015 cuando llegaron al Gobierno”, dijo.

El Presidente lo expresó en un acto de entrega de 588 viviendas en las provincias de Mendoza, Misiones, La Rioja, Santiago del Estero y Buenos Aires. Estuvo desde un predio del Procrear en partido bonaerense de San Antonio de Areco conectado con cinco gobernadores, entre los que estaba el mendocino Rodolfo Suárez.

Allí, el jefe de Estado afirmó que no logra entender las causas por las que el macrismo paralizó las obras del Procrear y las de viviendas sociales financiadas por la Nación. "Uno no logra entender. No sé si son razones ideológicas o políticas, inoperancia o maldad", enfatizó.

En un tramo del discurso, Fernández se quebró en lágrimas porque algunas de las viviendas entregadas estaban en Chilecito, pueblo riojano en el que nació su padre. “Me hace feliz que allí en Chilecito estén esas casas. Pera mí es un recuerdo permanente”, dijo.

“Esas obras también se empezaron en 2015 y también quedaron abandonadas durante cuatro años. Y la verdad es que esto que uno cuenta es lo que se repite en cada obra que se reinicia o en cada lugar que se pisa. Es lo que pasa con la obra pública”, dijo Fernández.

"¿En esos cuatro años qué pasó?", se preguntó. E inmediatamente agregó: "Tomamos deuda una y otra vez. Los picaros compraron dólares una y otra vez. Se los llevaron fuera del país una y otra vez. Y otra vez tenemos que llegar nosotros a poner orden a todo eso", afirmó.

Fernández agregó que cuando él habla de esas cosas no tiene ganas de andar “estrujando el pasado” y “mucho menos de generar diferencias”, pero aclaró que debe decirlo porque “no todos somos lo mismo”.

Al lado del mandatario estaban el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; a ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa; y el intendente de San Antonio Areco, el macrista Francisco Ratto.

"El intendente no es de mi partido y lo abrazo y lo acompaño en todo lo que pueda porque él está gobernando San Antonio de Areco. No estamos sembrando grieta ni mucho menos. Lo único que queremos es cerrarla. Pero lo que queremos es que aprendamos, que nos demos cuenta porque detrás de cada casa inconclusa hay también una lógica que subyace en quien gobierna", afirmó el Presidente.

Y señaló: “¡Yo no estoy en paz sabiendo que hay 11.000 casas sin terminar porque pienso en los miles de argentinos que no tienen una casa donde vivir. Y no estoy en paz con mi conciencia. Y quiero que eso se termine cuanto antes y que nos pongamos a construir más casas porque hacen falta. Y este tipo de casas. Porque no es darle un techo a la gente, es darle un lugar digno donde vivir, donde sus hijos puedan crecer, lugares seguros”.

"El peor momento"

El Presidente consideró que la Argentina está atravesando el "peor momento" de la pandemia de Covid-19, con la amenaza trasladándose desde el Área Metropolitana de Buenos Aires hacia las provincias.

“A nosotros no nos ha detenido nada. Sabíamos y sabemos y nadie nos va a hacer cambiar de opinión que lo primero que tenemos que cuidar es la salud de los argentinos. Y vamos a seguir trabajando codo a codo en el peor momento que este este, en el que la pandemia empezó a aflojar un poco en el área metropolitana de Buenos Aires y se empezó a meter en el interior”, dijo.

Y concluyó: “Allí es donde uno se da cuenta también cómo la infraestructura se fue olvidando en el interior del país. Eso es lo que pasa cuando el Estado se ausenta”.