Cómo es la vida de Eugenio y Culini, los hermanos de MDQ, durante la pandemia

Surfistas y amantes de la adrenalina, contaron cuáles fueron los últimos viajes que realizaron y pronto compartirán con sus fanáticos.

MDQ para todo el mundo (web).
MDQ para todo el mundo (web).

Los hermanos Eugenio y Culini Weinbaum son oriundos de Mar del Plata y amantes de la adrenalina y los deportes extremos. En 1989 empezaron su carrera de divulgación de las actividades deportivas que practicaban grabando contenidos para transmitirles a los surfistas en Mar del Plata. Con el tiempo ese hobby se convirtió en profesión. Hace más de 30 años que decenas de fanáticos se engancharon con las historias de los surfistas, quienes en la actualidad reaparecieron en la pantalla chica rememorando sus mejores experiencias.

En diálogo con la periodista Antonella Ravinale de DiarioShow.com contaron: "Estábamos por salir con una nueva temporada de "MDQ para todo el mundo" y nos afectó la pandemia. En esta época estaríamos saliendo con el nuevo ciclo, pero acá estamos", comentó Eugenio. Culini agregó: "La nueva temporada debe ser una de las más curiosas porque fuimos a lugares que no sabíamos ni que existían. Estuvimos en Relámpago del Catatumbo, en Venezuela. Ahí hay cuatro o cinco casas sobre el lago Maracaibo que es el mayor lugar de descargas eléctricas del planeta. Yendo para el lugar sabíamos que iba a ser peligroso. Teníamos desconfianza y cuando le preguntamos al hombre que nos llevó, nos dice que a su hermano lo mató un rayo ahí. Helados nos quedamos. ¡¿Qué hacemos acá?! ¡Eugenio, rajemos!".

MDQ para todo el mundo. (Foto: Facebook “MDQ para todo el mundo”)
MDQ para todo el mundo. (Foto: Facebook “MDQ para todo el mundo”)

"También estuvimos en una de las fiestas de espiritismo más grande, que no es para turistas, en la Montaña de Sorte, Venezuela. En el cierre de la festividad, caminan sobre colchones de brazas, se quedan parados, las comen como si fueran manzanas y no tienen ampollas. ¡Nada! Los amigos médicos no le encuentran una lógica, es misterioso", continuó Culini.

Eugenio comentó sobre sus aventuras: "Lo nuestro es curiosidad y no chusmerío. Fuimos a la festividad Tapati Rapa Nui que es en un volcán que tiene una inclinación de 45 grados y te tiran en trineos de troncos de banano. ¡Es una locura! El primero que baja es el ganador. En Etiopía le fuimos a dar de comer a las hienas. En Harar, que es una ciudad que está amurallada, tienen un pacto con las hienas salvajes. En época de hambruna se acercaban a la ciudad a comer y los hombres les llevaban comida pegados de los paredones para que no se comieran a la gente, y todavía continúa esta tradición".

Consultados por sus inicios, los hermanos destacaron la posibilidad de trabajar en familia y se enorgullecieron al hablar de Herminia, su madre. "Es una luchadora mamá. Venimos de una familia que no tenía un peso. Tener un plato de comida para siete hijos era una locura. Era una época muy dura que vivíamos todos en un departamento de un ambiente, con mucha dignidad y amor. Pero en lo económico no fue una infancia fácil. De pronto ver que nos invitaban al programa de Susana Giménez era tremendo, pero es algo que no nos interesa. Lo mismo Mirtha Legrand, ir a sus almuerzos me da más nervios que darle de comer a las hienas. No es que no nos diviertan sus programas, pero tenemos otro estilo", confesó Eugenio.

MDQ para todo el mundo (web).
MDQ para todo el mundo (web).

Durante la pandemia han tenido que detener sus viajes, pero no se aburren. "Nosotros editamos los viajes, nos gusta contar nuestro propio cuento. Lo que es la parte de guiones está nuestra hermana Karina y en el humor Chicho. Pero no frenamos, trabajamos donde antes era nuestra casa en un ph, cada uno en su ambiente con su mate y con todo el protocolo", comentó Culini.

Eugenio y Sebastián Weinbaum (Prensa Cultura MGP)
Eugenio y Sebastián Weinbaum (Prensa Cultura MGP)

Mientras que su hermano agregó: "La gente piensa que viajamos con una gran producción pero lo hacemos solos. Es como que no estamos invadiendo al ir con nuestra camarita. Nuestro trabajo es profesional y artesanal. Pero le ponemos el alma para que cada vez sea mejor. No salimos de familia de televisión ni recursos económicos, porque antes no podíamos ir a Miramar ni Necochea. Hoy en día tenemos la suerte de trabajar de lo que nos gusta".