El PRO, partido fundado por Mauricio Macri y que hoy tiene a Horacio Rodríguez Larreta como uno de sus máximos exponentes, cuestionó con dureza este jueves la decisión tomada por el presidente Alberto Fernández de quitarle recursos a la Capital Federal para reforzar fiscalmente a la provincia de Buenos Aires.
En una carta abierta difundida por la presidenta el PRO, Patricia Bullrich, el partido que surgió en territorio porteño dice que la decisión del presidente Fernández "es inconstitucional, injusta y prepotente", y señala que envía "una pésima señal para la convivencia política y democrática en la Argentina".
El texto –del que no forman parte la UCR ni la Coalición Civica, aliados en Juntos por el Cambio- dice que el PRO lamenta esta situación y advierte: “Seremos firmes en la defensa de los derechos del Gobierno de la Ciudad y de sus habitantes. Y, como siempre, apostaremos a solucionar las diferencias a través del respeto a la ley y las instituciones, que es la única manera de procesar nuestros conflictos en democracia”.
Según el PRO, la decisión es inconstitucional porque “no respeta los mecanismos institucionales que existen para repartir los fondos nacionales entre las provincias. El reparto actual de la coparticipación está sancionado por ley y firmado por todas las provincias”.
Omite el texto del PRO que en 2016 Mauricio Macri modificó el esquema también por decreto 194/2016, con las firmas de su jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay. Eso hizo que la Ciudad pasara de una cuota del 1,4% al 3,75%. Luego, con el Pacto Fiscal de 2017, la cuota bajó el 3,5%.
Parte de esto es el camino que hoy desanda Fernández para atender una situación particular de la provincia de Buenos Aires, donde gobierna Axel Kicillof, exministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner.
Para el PRO, la decisión de Fernández "es injusta porque aquel aumento de la coparticipación (el de 2016 vía decreto) se hizo para que la Ciudad asumiera la transferencia de la Policía Federal, establecida por la Constitución Nacional y demorada durante más de 20 años".
Y agrega que también es injusta porque "inevitablemente debilitará los sistemas de salud, educación y seguridad" de la Ciudad de Buenos Aires, que prestan servicios no sólo a los porteños sino también a millones de bonaerenses y otros argentinos.
"El Gobierno Nacional no le está quitando esa plata al Gobierno porteño: se lo está quitando a millones de argentinos", afirma el PRO.
Y agrega que la medida es prepotente porque fue unilateral e inconsulta. E insiste con que "es una pésima señal política" porque clausura el diálogo que, aun en los momentos difíciles como los que se están viviendo, en medio de una crisis sanitaria y económica, siempre debe mantener el gobierno con la oposición. "Además, genera un enfrentamiento innecesario entre porteños y bonaerenses", añade.
El PRO se queja de que el Presidente haya iniciado su discurso del miércoles elogiando las virtudes del diálogo. "Lamentablemente, sus acciones y sus palabras de las últimas semanas van en la dirección contraria. El presidente volvió a apostar por ampliar la grieta en lugar de ayudar a cerrarla", sostiene.
Y por último, dice: “Nuestra vocación por el diálogo se mantiene vigente. Esta misma semana le propusimos al Gobierno, junto con nuestros socios de Juntos por el Cambio, iniciar un diálogo profundo y abierto pensando en el desarrollo del país en los próximos 30 años. El Presidente ya lo rechazó. Ayer -por este miércoles- nuestros intendentes del conurbano bonaerense fueron a Olivos para apoyar la institucionalidad, y se vieron sorprendidos en vivo y en directo por una decisión tomada en soledad por el gobierno. Así es muy difícil llegar a acuerdos”.