Anahí Benítez, la adolescente de 16 años encontrada enterrada y asesinada el 4 de agosto en una reserva natural del partido bonaerense de Lomas de Zamora, fue abusada sexualmente mientras estuvo privada de su libertad, informaron fuentes judiciales.
Así lo determinó la fiscal de la causa, Verónica Pérez, al describir el hecho en la ampliación de la indagatoria del detenido Marcos Esteban Bazán (34), quien volvió a declararse inocente.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la fiscal recibió en las últimas horas el resultado del hisopado anal practicado al cadáver de Anahí y que detectó rastros de "fosfatasa ácida prostásica (semen)" aptos para ser sometidos a un análisis genético.
Si bien en la autopsia no se observaron a nivel macroscópico lesiones compatibles con una violación y ya ordenaron realizar un análisis microscópico, con el resultado del hisopado los pesquisas dieron por acreditado que la chica sufrió "una conducta contra su integridad sexual", indicaron los voceros.
Según las fuentes judiciales, la fiscalía describió que Bazán, "coactuando con al menos una persona más" privó de su libertad a Anahí en su casa de la Reserva Natural Santa Catalina, ubicada en la localidad de Llavallol, de Lomas de Zamora, "bajo amenazas o medios narcóticos a determinar" y que durante el cautiverio, por lo menos uno de los captores cometió un "abuso sexual con acceso carnal al menos una vez".
Sin embargo, a Bazán no le imputaron el delito de abuso sexual -sí la privación ilegal de la libertad y el homicidio- ya que aun restan conocerse los resultados del cotejo de ADN entre los rastros de semen y la sangre de éste, y también la del otro detenido en la causa, Marcelo Villalba (40), quien está acusado de "encubrimiento agravado" por haber tenido en su poder el celular de la víctima.