El perdedor de la pelea del siglo, Conor McGregor, que cayó ante Floyd Mayweather por nocáut técnico en el décimo asalto del combate, consideró que la pelea "fue divertida" pero que el árbitro "se precipitó" al pararla.
"Fue una pelea divertida y espero que todos ustedes la hayan disfrutado", declaró McGregor, que reivindicó que podía haber continuado en el combate y lamentó que el árbitro la diera por terminada. "Me tenía que haber dejado seguir con el golpeo por detrás, porque él (Mayweather) se daba la vuelta de forma intencionada", opinó el irlandés.
Pero las imágenes de la pelea muestran cómo recibe hasta doce golpes seguidos al rostro sin responder a ninguno. "Tengo que darle crédito porque sus golpes fueron muy precisos", admitió sobre su rival.
A pesar de la derrota, el peleador irlandés se llevó 35 millones de dólares, que podrá incrementar con el porcentaje que reciba de la venta de la televisión de pago.