Gabriel Calderón, sobre Italia 90: "Ese mundial fue el monumento a superar adversidades"

En diálogo con Vía País, el exjugador de la Selección también se refirió al penal que no le cobró Edgardo Codesal en la final ante Alemania.

Gabriel Calderón.
Gabriel Calderón.

Los nietos no le dejan atender entre llantos la llamada de Vía País. La cuarentena hace que su rol de abuelo sea 24/7 y que las notas sean más complicadas, pero finalmente Gabriel Calderón pudo gambetear los ladrillitos y los cochecitos de juguete por un rato para hacer memoria y recordar aquella copa que pudo ser y terminó en manos alemanas en Italia 90.

En la retina de aquellos futboleros más resentidos aún está presente el penal que el mexicano Edgardo Codesal no le cobró a Calderón, como si se tratara de un caso abierto a la espera de una resolución divina. Pero incluso el propio protagonista de esa jugada se encarga de darle más importancia al hecho de haber llegado a la final.

"Siempre que te acordás del mundial 90, lo primero que se te viene es que jugaste una final. Cuando uno piensa un poco más, a 12 minutos del final estábamos 0-0, si nos daban el penal que me hicieron podía cambiar la historia. Pero una vez que terminó y se entregaron las medallas, uno no puede hacer nada", rememoró el exjugador de Independiente y Racing, entre otros.

También reconoció la actitud del plantel en ese mundial, haciendo alusión a las bajas que sufrió el equipo de Carlos Bilardo: "Fue el monumento a superar adversidades, siempre dimos un plus. Siempre superamos todo pese a no alcanzar el mejor nivel".

Sobre el penal que le quitó el sueño por unos días, advirtió que "es clarísimo que es más penal" el que le hicieron que el que terminaron cobrando a favor de Alemania por una supuesta falta a Rudi Völler.

Al mencionar a Diego Maradona, se le nota el pesar en el rostro de no haber podido levantar la Copa del Mundo ni en el 82 ni el 90, mundiales que compartió con "Pelusa".

"Sé lo difícil que es el fútbol. En el 82 había equipo para mucho más y en las finales siempre hay un perdedor, más allá de Maradona", consideró el técnico que clasificó a Arabia Saudita para el mundial de Alemania 2006.

Barras y dirigencia

Desde la Argentina, donde espera que pase la pandemia de coronavirus para regresar a España -país donde reside-, también contó su experiencia en los países árabes, poniendo el acento en la cultura del fútbol, que lejos está del trapo y el aguante.

"Hice una tarea importante en los países árabes y no tuve oportunidad de dirigir en el fútbol argentino porque los dirigentes decían que no lo conocía", manifestó Calderón, quien regresó a fines de diciembre al país desde Irán, donde estaba dirigiendo al Persépolis.

Gabriel Calderón en el Persepolis. (foto: Tehran times)
Gabriel Calderón en el Persepolis. (foto: Tehran times)

Si bien se encuentra desocupado y con los pergaminos como para golpear la puerta de algún club del fútbol argentino, reconoció que ya no está interesado por dos motivos: la dirigencia y los barras.

"Después de dirigir en los países árabes, no tuve ningún interés por cómo se manejan los clubes de Argentina con el tema barras. No me gusta y no va con mi mentalidad aceptar esa organización, no soy ningún quijote y no quiero cambiar nada", enfatizó.

Y continuó: "Evolucionó mucho el tema dirigencial pero la diferencia es que allá (por el Golfo Pérsico) me dieron la oportunidad y hay mucha diferencia. Acá (por Argentina) a mí me juraban por la cenizas del padre que me pagaban el lunes y no nos pagaban, porque no era de ellos el dinero. Hay muchos dirigentes y barras que tienen parte del pase de algunos jugadores, en Arabia Saudita no existen los barras".

Incluso, recordó que en la época en la que aún tenía puestos los pantalones cortos los barras "antes te pedían plata para el sandwich y la coca, y hoy viajan en avión y tienen autos 0 kilómetro y departamentos".