Benjamín Vicuña, sobre su papel como Evita: "Me debía un regalo como este"

Necesitaba darle a mi oficio un cambio de rumbo, afirma el actor chileno, que encarna a Eva Perón". (De La Razón)

Vicuña
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Por Javier Firpo

Es un pibe tranquilo, amable y muy respetuoso. A primera impresión, Benjamín Vicuña poco tiene que ver con ese personaje que provoca la voracidad de las cámaras, que lo siguen, espían, fotografían e intentan sonsacarle alguna declaración. Parece sólidamente plantado, con la cabeza bien puesta para soportar el asedio mediático, una suerte de constante de los últimos años.

"Después de lo que viví, del dolor atravesado, de situaciones espantosas, todo lo demás es relativo y que la prensa me persiga es algo que acepto. Es más sencillo aceptar que rebelarse. Eso lo aprendí con los años", reflexiona Vicuña, en su camarín del teatro Cervantes, donde protagoniza "Eva Perón", una de las dos piezas del díptico de Copi.

Se toca la cabeza casi como un tic, se acomoda el pelo, se lo sacude. Encandila esta versión dorada de su cabellera. "Me costó mucho lograr que esté así, pero las circunstancias me obligaron". Esas circunstancias a las que se refiere tienen que ver con un personaje que marca un punto de inflexión dentro de lo que el chileno, de 38 años, venía haciendo en televisión y en cine.

"Es algo totalmente distinto, un cambio de dirección, un volantazo".

-Por empezar hiciste un casting...

-Sí, me presenté con una mano atrás y otra adelante, con el entusiasmo de un novato y los nervios de quien lleva años en este camino. Aquí el casting en un bicho raro, sobre todo en actores de renombre... No se estila mucho en la Argentina, aunque yo he hecho algunos recientemente. Y me parece muy atinado, muy saludable... No importa quién seas, lo que se está buscando es un color o un tono determinado, no se saca la conclusión de si sos buen o mal actor.

-Okey, pero quedar afuera puede ser frustrante...

-Es cierto, pero son necesarios. Para mí son pruebas de fuego... Yo en las audiciones busco que me juzguen, y que me indiquen si estoy capacitado para tal personaje.

-Debe ser un espaldarazo ser elegido para encarnar a Evita, siendo hombre y extranjero...

-Fue un regalo hermoso que me dio el director Marcial Di Fonzo Bo, quien me hizo un casting amigable, cariñoso y paciente, porque se tomó todo el tiempo del mundo para testear a todos los que nos presentamos, que veníamos de la tele, el teatro comercial y el off.

-Que interpretaras vos a Eva Perón levantó polvareda en las redes. ¿Cómo lo tomaste?

-Siempre hay comentarios y opiniones, pero yo no me puedo hacer cargo del prejuicio de la gente. En todas partes hay gente que no piensa, que no sueña, que no vuela…

-Emerge la brecha acá también...

-Acá no se habla ni de Eva Perón como figura política, ni del peronismo, ni toca temas sensibles... Rápidamente se establece con claridad el tono de lo que se va a ver. Desde el vamos también queda claro que yo no estoy interpretando a Eva Perón, ¿ok?

Se trata de una versión libre, irreverente y la Evita que compongo es un fantasma punk que está lejos del mito y tiene todo el humor y sarcasmo de Copi.

-​Los fanáticos temen la caricatura, la falta de respeto...

-Está claro que Eva Perón es una mujer icónica y nosotros lo tomamos con la responsabilidad del caso, pero también hay que entender que parte de la magia que tiene Copi es la provocación, incomodar...

-Para los menores de cuarenta, Copi es un auténtico desconocido. ¿Qué sabías vos, Benjamín?

-No sé si un auténtico desconocido... Yo tuve la suerte de ver un montaje de estas obras que el propio Marcial Di Fonzo hizo en 2004, en Chile, y recuerdo que me impresionaron mucho. Y me prometí poder formar parte de un proyecto así en el futuro. Lo que son las vueltas de la vida… aquí estamos, un poco menos pendejo y algo más sabio.

Entran y salen asistentes del camarín de Benjamín, que ultima detalles para salir en un ratito a escena. Mantiene la serenidad, aunque por dentro dice que siente un volcán. No hay chances de hablar de otro tema que no sea la obra, por lo que preguntarle por su embarazo (el de su pareja, Eugenia Suárez) aún no oficial sería casi una traición.

-Parece extraño verte en el teatro Cervantes y más en la piel de Evita. ¿Qué significa este rol en tu carrera?

-Personalmente es un regalo que me debía como actor. Necesitaba dedicarme ciento por ciento a una sola actividad. Una vez que me eligieron, me comprometí a darle todo mi tiempo a esta puesta que tiene, como bonus track, una gira por Europa durante octubre y noviembre.

-¿Da chapa el Cervantes?

-El prestigio no te lo brinda un edificio, más allá de que el Cervantes es palabras mayores. El prestigio es algo que se logra con el tiempo y te lo terminan dando los demás. La cosa pasa por otro lado...

-¿Por dónde?

-Por arriesgarse, por jugársela, por apostar a algo distinto. Yo lo siento como un volantazo para mi carrera con los riesgos que eso genera. Pero no me importa, necesito abrir el juego...

-​¿El galán corre riesgos? Porque convengamos que solés interpretar a pintones deseados y aquí te ponés en la piel de un personaje medio desfigurado...

-No me parece un riesgo en absoluto ese aspecto. Yo soy un actor que busca tener distintas capas y con este trabajo tengo otras sensaciones, me siento vivo y sentirse vivo en este laburo alentador...

-¿Por qué?

-Porque yo no soy un economista o un empresario estratega que especula con esto o con aquello. No me interesa ir a lo seguro y menos a lo que le gusta a la ama de casa. Sé que muchos se sorprenderán al verme aquí, pero estoy dispuesto a generar una duda en quien me vea...

-¿Estás en la búsqueda de un cambio de registro actoral?

-Esto no es una búsqueda. Apareció la posibilidad y me presenté. Y me gustó incursionar en este ámbito. Y aquí estoy, explorando. Creo que hay que ser sincero con el rumbo que se le quiere dar a la carrera. Yo no voy detrás de una palmada, una buena crítica o tener mayor consideración de un director o productor. Sólo sigo a mi interior y busco caminar por la cornisa. Hoy, de manera impensada, pero bienvenida al fin, Copi me propone esa gran posibilidad.

Una propuesta doble y generosa por apenas $120

“Eva Perón / El homosexual o la dificultad de expresarse”, son dos obras de Copi (autor argentino, que vivió en Francia, y falleció en 1987). En ‘Eva Perón, aparecen superpuestos todos los temas que atraviesan la obra del autor: la violencia, la muerte, la resurrección y, de modo totalizador, la transexualidad. En `El homosexual...’ el encierro es absoluto, sin salida. Ambas piezas se realizan en el Teatro Cervante, de jueves a domingos, desde las 20, con entradas a $120.