La inesperada confesión del mejor atleta argentino de la actualidad

El atleta de lanzamiento de jabalina, Brian Toledo, relató por primera vez desde que se marchó a Finlandia procedente de su Argentina natal cómo es su vida diaria en un país en el que asegura, se le "conoce más" que en el suyo.

Hace tres meses, Toledo decidió mudarse a Finlandia, una potencia en jabalina persiguiendo su sueño deportivo: convertirse en un referente dentro de la competencia del lanzamiento de jabalina a nivel mundial.

Toledo, quien asegura que todo es parte de un "sacrificio, porque sin él, no hay recompensa"; viene de una ciudad modesta, Marcos Paz, ubicada dentro de la provincia de Buenos Aires. Por lo que la decisión que tomó hace un año de irse a vivir a Finlandia, ha representado "un cambio radical", pero también "una apuesta para ir por algo más grande y aprender de un maestro como el finés Kari Ihalainen", comenta el atleta.

"Kari es una leyenda aquí, es el mejor entrenador del mundo. Nos llevamos muy bien, él me hace sentir muy cómodo y siempre esta buscando eso porque confía en que luego aparecerán los frutos del trabajo realizado", dice Brian.

Además, el argentino cuenta que su vida en Finlandia es "diferente", por todo lo que dejó atrás; sin embargo él es "feliz" allí. "Es un país del que se sabe que el deporte nacional es la jabalina, además la gente de aquí me reconoce más porque entienden que vine especialmente a este país para lograr conseguir grandes resultados en el futuro", asegura Toledo.

Por otra parte, Brian no solo dedica sus esfuerzos a cumplir sus sueños profesionales, sino también trabaja para ayudar a otros niños de su oriundo Marcos Paz a que cumplan sus sueños. El atleta, obra en conjunto con el programa 'Huella Weber' de la empresa Weber Saint Gobain, para colaborar en la mejora de la infraestructura y los programas de la ONG 'Arriba los Pibes'.

"Vi las caras de niños soñadores, que tienen pura bondad y transparencia. Y esa es la clave para ayudar a cambiar muchas de las cosas feas que pasan hoy. Si esos chicos tienen una buena guía, un buen profe y un lindo lugar no creo que tomen malas decisiones", concluye Toledo.