De los once detenidos por el asesinato de Fernando Báez Sosa (18), a la salida de un boliche de Villa Gesell, dos están más complicados que los demás y señalados como "coautores de homicidio agravado", ya que tenían sangre en sus zapatillas. Los otros nueve son considerados partícipes necesarios del crimen.
Los acusados, Matías Franco Benicelli (20); Ayrton Michael Viollaz (20); Maximiliano Pablo Thomsen (20); Luciano Pertossi (18); Ciro Pertossi (19); Lucas Fidel Pertossi (20); Alejo Milanesi (20); Enzo Tomás Comelli (19); Juan Pedro Guarino (19), Blas Cinalli (18) y Pablo Ventura (21), fueron trasladados a la fiscalía el domingo pero se negaron a declarar.
La policía encontró a los acusados durmiendo en la casa que habían alquilado en la ciudad balnearia, a solo dos cuadras del boliche Le Brique. En un rincón estaba la ropa manchada con sangre.
En las zapatillas de dos de ellos había sangre. Además, fueron filmados pateando en la cabeza al joven estudiante de derecho asesinado. Estos dos jugadores de rugby del Arsenal Zárate Club son para la Justicia los "más complicados" y los señalados como los coautores del crimen, ya que le habrían producido la herida mortal, que, según la autopsia, es un golpe en la cabeza.
Los once rugbiers, de entre 18 y 21 años, están detenidos y acusados de homicidio agravado.
"El boliche estaba lleno. La víctima fue con seis amigos y pasaron en fila, aparentemente, por donde estaba este grupo de rugbiers y algo les molestó", dijo el fiscal Walter Mercuri a Clarín.
Entonces, uno de los detenidos golpeó a un amigo de Fernando, y éste le respondió con un empujón. Por esta pelea, los dos grupos fueron expulsados del boliche. Una vez afuera, cruzaron a comprar un helado. "Su único rol dentro del boliche -dicen los testigos- fue el de separar. Después dieron por finalizado el asunto", expresó Mercuri.
Una vez fuera, el grupo de rugbiers quiso continuar con la pelea y "eran tantos que no se los podía frenar", transmitió Mercuri. "Los amigos declararon que les pedían que paren de pegarle pero se ensañaron con Fernando", agregó.
La defensa del detenido número once, Pablo Ventura (21), asegura que el joven ni siquiera estuvo en Villa Gesell el día del ataque. Según el abogado Jorge Santoro, Ventura estaba en Zárate y salió a cenar con sus padres. Luego habría ido a la casa de un amigo. Los testigos y la filmación de las cámaras del restorán según entregados este lunes a la fiscal Verónica Zamboni.
"Si se logra probar que no estuvo aquí será liberado. No es nuestra intención detener inocentes", aclaró Mercuri. A Ventura lo mencionaron otros de los imputados, y dijeron que después del hecho se había escapado con su padre en un auto. Mientras los primeros diez detenidos están en la Comisaría 1° de Villa Gesell, Ventura quedó alojado en la DDI.
La Justicia sí pudo comprobar que el grupo de diez jóvenes asistió al boliche, ya que publicaron en redes sociales varias imágenes en las que aparecen juntos la noche del asesinato.