El anticuario de Zona Norte en cuyo poder se encontraron 75 objetos de la Alemania nazi, distribuidos en su casa de Beccar y dos locales de Olivos, fue imputado por el delito de trafico ilícito de obras de arte y piezas arqueológicas.
Entre los distintos objetos se encuentran una lupa que podría haber pertenecido a Adolf Hitler, un craneómetro de Josef Mengele, un busto de plata de Hitler, y una escultura de un soldado nazi enarbolando una bandera con la cruz esvástica.
Según detallaron fuentes policiales, las piezas "estaban ocultas en un cuarto escondido detrás de una biblioteca en el domicilio de un comerciante de antigüedades en Beccar", partido de San Isidro.
"Todavía hay gente que pregona esta ideología o que hace negocios y comercializa esto. Nuestras primeras investigaciones indican que son piezas originales. Algunas estaban acompañadas de fotografías antiguas", explicó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
"El Ministerio solicitó que el destino de las piezas sea el Museo del Holocausto ya que creemos que es importante que estos recuerdos horrorosos de aquellos años terminen en una institución que se dedica a recordar la memoria de millones de personas que fueron víctimas del nazismo", sostuvo Gerardo Milman, secretario de Seguridad Interior de la Nación.
Por otra parte, se encontraron también 38 momias de animales del Antiguo Egipto y piezas arqueológicas de origen chino incluidas en la Lista Roja de Objetos Culturales Chinos emitida por la UNESCO. Además, había fósiles como amonites pulidos, ámbar, y trozos de caparazón de gliptodonte.