La profunda historia de Gastón Pauls que conmovió en la mesa de Mirtha Legrand

El actor relató un encuentro con niños adictos que lo motivó a crear su fundación.

Gastón Pauls
Gastón Pauls

El actor Gastón Pauls fue uno de los invitados a la mesa de Mirtha Legrand este domingo y conmovió a todos al contar la historia de un grupo de chicos adictos que conoció y por quienes creó "La casa de la Cultura de la Calle", una fundación que se especializa en adicciones.

"La fundación que armé hace 16 años empezó porque un día en Plaza Italia, a las cuatro de la tarde, un día domingo en invierno, encontré a ocho pibes en un colchón. Tenían entre 8 y 14 años, uno estaba 'picándose', otro estaba inhalando una bolsa con pegamento, otro fumaba paco, unos tomando merca y otros fumando porro", comenzó.

En esa época, Pauls había interpretado "Ser Urbano" y se animó a hablar con ellos. "Me senté al lado del que estaba con la bolsa, me contó que se llama Ale, que tenía 11 años y en un momento le digo 'por qué no soltás la bolsa, Ale'. '¿Y qué agarro?', me dijo. Fue una piña para mi mentalidad de clase media que desconoce", recordó.

Luego, el actor recordó las profundas palabras del chico que lo llevaron a armar la fundación para dar herramientas a los chicos: "Yo necesito un lugar para expresar lo que me pasa", le había dicho.

La mesa de Mirtha Legrand (Foto:Instagram)
La mesa de Mirtha Legrand (Foto:Instagram)

"Otro Ale, porque el Ale que les decía murió, estuvo internado por sobredosis de paco y un tiempo después empezó tomando clases de teatro. En fin de año se hizo una muestra y llenamos el teatro de gente para que fueran a verlo. Actuó, lo veía disfrutar y era un pibe de 11 que había estado a punto de morir", relató.

Y recordó otra anécdota que causó conmoción en la mesa, en la que estaban invitados Eleonora Wexler, Mirta Wons, Julieta Díaz, Victor Laplace y Roque Narvaja. "Todos sus compañeros empezaron a saludar y él nos miraba. Agarró un micrófono y dijo 'hoy es el día más feliz de mi vida'. Cuando fui a verlo me dijo que era porque el ruido de los aplausos es igual al ruido de las cachetadas. 'A mí me habían cacheteado toda la vida y ahora me estaban aplaudiendo'", recordó las palabras del joven.

"Para mí ese es el símbolo. Cambiar cachetazos por aplausos", concluyó.