El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, designado como reemplazo de Nicolás Dujovne, trabajará este fin de semana junto a su equipo económico para realizar una presentación al Fondo Monetario Internacional (FMI) en las oficinas del Ministerio. Los funcionarios tendrán su primer acercamiento con Lacunza luego de la crisis financiera que desató el resultado de las PASO.
Por su parte, el FMI emitió un comunicado el jueves pasado: "Un equipo técnico encabezado por Roberto Cardarelli visitará Buenos Aires a partir de mañana. El equipo se reunirá con las autoridades argentinas para analizar los recientes acontecimientos económicos y financieros y los planes de políticas del gobierno". Además anunciaron que verán a la oposición. "El equipo también se reunirá con asesores económicos de los principales candidatos presidenciales para intercambiar puntos de vista".
El "stand by" estipula que al próximo gobierno le tocará desembolsos por unos US$6.700 millones, de un total cercano a los US$55.778 millones del cual brindaron 80%. Los economistas de Alberto Fernández designados esta semana para reunirse con Lacunza fueron Guillermo Nielsen y Cecilia Todesca. Ambos fueron designados para recibir al FMI el lunes por la tarde en las oficinas del comité según confirmaron desde ese espacio.
La llegada de los economistas del FMI ocurre dos semanas después de las PASO y luego de que el Gobierno Nacional aplicara una eliminación del IVA en alimentos hasta fin de año, congelara las cuotas UVA, subiera el piso para pagar Ganancias, diera un bono a empleados públicos y un plan de pagos a para las Pymes. Lacunza indicó que el impacto sería de $59.986 millones, además calculó que por la mayor inflación la recaudación crecerá y el "bache" será de $5.146 millones.
Según fuentes que conocen a los interlocutores, el staff del Fondo no habría visto con buenos ojos la reacción del Gobierno. Uno de los interrogantes es si el equipo económico no subestimó el costo y la pérdida de recursos fiscales. Otros creen que el equipo económico y el staff deberían rehacer el programa financiero, esto es, definir cómo el Gobierno se financiará en los próximos meses porque la porción de inversores que renovará las Letras del Tesoro será menor a la prevista originalmente. Y la demanda de dólares podría aumentar.
El acuerdo "stand by" prevé un desembolso de unos US$5.400 millones para septiembre. El Gobierno deberá demostrar que cumplió las metas fijadas para el segundo trimestre del año. El Ministerio de Hacienda consideró que cumplió lo pactado y por ello no está en riesgo el depósito. Lacunza afirmó que mantendrá la decisión de cumplir hasta fin de año las metas fiscales y monetarias.
Sin embargo, el organismo pondrá la mirada en cómo el Gobierno piensa financiarse y analizar la sostenibilidad de la deuda ante una recesión mayor a la esperada. Según publicó Clarín.