¿Sirven realmente las dietas según el grupo sanguíneo?

Muchos pacientes van al nutricionista con consultas sobre este tipo de dietas, pero no hay evidencia científica que las respalde.

La peor dieta de todas.
La peor dieta de todas.

En 1996, Peter D'Adamo, un médico naturista, introdujo el concepto de las dietas basadas en el grupo sanguíneo.

Lo hizo en su libro Eat right for your Type, un best-seller donde describía cómo podían las personas ser más saludables, vivir más tiempo y alcanzar el peso ideal.

Según D'Adamo, la elección de condimentos, especias e incluso la actividad física debería depender del grupo sanguíneo.

Partamos de la base de que hay cuatro tipos de grupos sanguíneos: el Grupo A (con "proteína A" en el exterior de los glóbulos rojos), el Grupo B (con "proteína B"), el Grupo AB (con ambas) y el Grupo 0 (sin ninguna proteína y por lo tanto compatible con los tres tipos anteriores).

Además, hay otro componente presente en la sangre, el famoso "factor RH" que es otra proteína en la sangre. Cuando está presente se usa el símbolo positivo (+) y cuando no, el (-). Las dietas, sin embargo, no contemplan este factor.

Según d'Adamo la buena o mala asimilación de los alimentos está condicionada por nuestro grupo sanguíneo y estas son las recomendaciones para cada caso específico: GRUPO 0 Deben elegir alimentos altos en proteína y comer mucha carne, vegetales, pescado y fruta. En cambio, deben limitar la ingesta de granos, frijoles y legumbres.

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